Entrevista: Roma
Roma podría considerarse una leyenda en el mundo del graffiti & street art, especialmente por en su barrio: Villa Ballester.
Fue uno de los primeros en experimentar con el graffiti en los años 90 y, como muchos artistas de su generación, su estilo evolucionó con el tiempo del graffiti letras hacia una combinación de diversas técnicas y materiales.
Melissa Foss entrevistó a Roma acerca de su estilo único y su cambiante relación con el arte y las calles.
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gm: ¿Planeás lo que vas a pintar en tus murales ó improvisás? ¿Qué papel juega el boceto en tu proceso?
ROMA: Personalmente disfruto mucho más la práctica del freestyle. Aplicado a todos los planos, digamos que en letras es muy divertido, los trazos suelen ser más ligeros y la actitud frente al muro es espontánea, el contexto influye al 100%.
En muros grandes que llevan mayor dedicación y detenimiento el freestyle es muy divertido. A diferencia de las letras, el proceso me resulta más introspectivo, digamos que encamino una busqueda interior donde están más en juego los sentimientos y el pensamiento, el alma. El YO en su maxima escencia.
Esto me provoca la mayor atención, ya que me enamoro de la composición y no de la impronta en sí; es lo que me hace investigar dentro de mí.
Los bocetos son muy útiles para trabajos en los que necesito un firme patrón de lo que quiero hacer. Es muy bueno hacer bocetos.

gm: ¿Con qué materiales trabajás?
ROMA: Mi herramienta principal es el aerosol. Desde un principio lo que me impulsó a pintar en la calle fue el empleo del aerosol; simplemente es mágico, trazar, rellenar, esfumar. Crear con una sola herramienta es interesante.
Mas allá de eso, me resulta muy interesante experimentar con materiales: las acuarelas son muy buen recurso como la pintura asfáltica, látex, oleos. También lo es la grasa de auto, el té, orina o la sangre de toro.
El empleo de otros materiales que no sean Spray en el graffiti, comenzó debido a la crisis económica que se vive en gran parte de la sociedad argentina. El spray es y fue siempre costoso y nos encontramos en un pais sub desarrollado en el cual nos cuesta encontrar materiales de primera calidad y bajos en contaminacion. Actualmente, contamos con marcas que importan Sprays pero no le otorgan facilidades a los artistas.

gm: ¿Estás involucrado en otros proyectos artísticos?
ROMA: Diferentes propuestas laborales nacen a partir del encauce con la pintura, se nos considera grandes creativos y para ser sincero no me cuesta pensar en soluciones estéticas. Disfruto muchísimo trabajar en cosas como tapones de fotografía, cine y demás.
Recientemente realicé unos estantes para el lanzamiento del local de una importante marca de ropa femenina. La temática era clara, “el mar“. Trabajé en la ambientacion del local siguiendo este concepto. Mi mayor participación fue el diseño, idea y realización de la pintura. Un equipo de carpinteros, encabezados por mi primo, se encargó de la construcción.
En la actualidad trabajo en un bike park donde hago señalética, diseño de ambiente, propongo sponsors. Son 3 hectáreas de tierra y diversión.
gm: ¿En qué cambia el proceso cuando pintás sobre lienzo, objetos o paredes?
ROMA: Me gusta pintar objetos, cada uno tiene su naturaleza. Los muebles quedan impactantes en ambientes, llegan a tomar caracter y cobran una fuerte presencia en escena.
El lienzo tiene para mí un vuelco totalmente anímico y espiritual. Bendigo cada uno de ellos y espero que sobrevivan en el tiempo. Los lienzos contienen mi vida desnuda. El proceso es otro, claramente, puedo pintarlo desnudo, tomando mate, escuchando Bill Evans en mi casa, mientras que las paredes no me permiten tal relajo.
Las paredes se cargan de amor y odio, los muros en la calle reflejan lo que somos y lo que queremos.

gm: A nadie le gustan las etiquetas pero, ¿te considerás grafitero ó muralista?
ROMA: ¡Soy graffitero desde el jopo hasta el juanete! Yo nací grafitero y viví esa escuela; tuve la suerte de formar parte de los primeros 30 artistas locales poniendo mi primer bomba por el año 96, con 13 años de edad. No había Internet, tampoco revistas, apenas nos conformabamos con ver graffitis en videos de los Beastie Boys. Pintar y pintar era lo único que entraba en mi cabeza: trenes, techos, tags, música hardcore, Punk, Rap y mucha calle.
Sé que mis obras hoy en día ya no entran en esta categoría pero contienen esa impronta. De hecho, a veces me critican por esto. Algunos grafiteros consideran que deberíamos habernos quedado en los 90, pero yo soy cambiante, tal vez mañana termine esculpiendo y la pintura sera una anécdota, como lo es hoy la época de los trenes.
Lo que vemos como resultado en mis obras es una marcada evolución, tanto en mí como en la tecnología misma. Es normal y razonable hacer algo diferente con el paso del tiempo, como dije antes, incrementar conocimientos nos hace más objetivos en lo que buscamos, nos provoca transitar diferentes movimientos.
En los 90 fueron las letras, el impulso. Luego los caracteres, el realismo, fileteado porteño, fondos, las tramas. Hoy, lo abstracto.
A veces me pregunto que será lo próximo, por lo pronto me interesan las esculturas y conocer mujeres.
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Las imagenes fue extraídas del Flickr de Roma – www.flickr.com/rojoroma


